Dediqué un post a los mayores, por eso me sentía en deuda con los niños. Si hay algo en lo que coincido con lo que dije en aquel post es en mi afición por apreciar la compañía de ambos (niños y ancianos) cada vez mas.
Son seres con competencias muy especiales, de ese tipo de competencias que, desafortunadamente, no encuentras en los adultos. Ya que considero que, en la gran mayoría de nosotros, a medida que crecemos y maduramos, nuestra personalidad se endurece, nuestras maneras de pensar se alienan y nuestra voluntad se “adultera”.
Sin embargo, permaneciendo tan solo un minuto al lado de un niño, cuentas con la suerte de obtener como regalo perlas de competencias como la sinceridad, la inocencia, la solidaridad, el análisis del mundo, el ingenio, la creatividad, la forma de comunicarse, la empatía, la motivación, la superación… éstas y muchísimas… pero en un estado muy especial e irrepetible, en estado puro.
Me alegra saber que no soy la única persona que piensa de esta manera sobre estos pequeños sabios, ya que investigando sobre la cadena de tiendas Imaginarium es fácil encontrar una colección de juguetes ideado no sólo para entretener al niño sino para además potenciar en él importantes competencias. En concreto, Valores Humanos y Sociales, y Valores Educativos.
Desde 2009 esta exitosa firma dedicada a la infancia, ofrece a través del entretenimiento, cubrir las necesidades de educación y desarrollo de niños de 0 hasta 8 años, fomentando valores humanos, sociales, educativos, intelectuales y medioambientales. (Por cierto, enhorabuena a la Agencia de Publicidad Pavlov)
Hasta lo que he podido analizar, con un sencillo esquema a través de su página web tratan de orientar en el juguete ideal a la hora de trabajar en que el niño se desarrolle en determinadas competencias. Estos son algunos de los curiosos ejemplos: